que trascienden fronteras de todo tipo
José Luis Valdés
“El ser humano no es una cosa más entre otras; las cosas se determinan unas a las otras; pero el hombre, es su propio determinante. Lo que llegue a ser -dentro de los límites de sus facultades y de su entorno- lo tiene que hacer por sí mismo”, escribió Viktor E. Frankl en El hombre en busca de sentido.

Alumna del profesor Horacio Granados, Hever se hizo pintora porque buscaba una forma de expresar sus emociones y sensibilidad más allá del lenguaje y sus limitaciones. Las pinceladas se lo han permitido; los sentimientos que atesora esta joven de 28 años se percibieron en la exposición “Namasté”, que permaneció hasta el 15 de noviembre en el centro cultural La Catra, ubicada en la colonia Las Águilas de Cuernavaca.
De sonrisa franca pero tímida, Hever habló poco durante la entrevista, pero nunca dejó de sonreír. Su madre, Leticia Castañeda, llevó la charla; compartió la dificultad de que su hija tome clases de pintura, lograr el espacio para su muestra, pero sonríe al rememorar las satisfacciones y apoyos que han recibido, al grado de que su hija, a partir de este año se hizo acreedora de una beca, la cual financia los cuadros que se exhiben en el principado de Liechtenstein.
“Namasté” contó con casi 30 cuadros de la novel pintora; en ellos, se pudo apreciar una rápida pero madura evolución del trazo de su autora, desde sencillos paisajes, pasando por una pareja de cotorritos, hasta un bello retrato de su hermana.

Antes de finalizar la charla, la madre de la pintora se distrajo y a pregunta expresa “¿por qué pintas?” Hever contestó “porque me siento libre”; su determinación es tan firme que a través de su boca (con la que pinta) supera todo, incluso la parálisis cerebral con la que nació.
Aquellos interesados en su obra pueden visitar su Facebook: Hever López o la página de la Asociación de Pintores con la Boca y el Pie: www.apbp.com.
No hay comentarios:
Publicar un comentario